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2015




En la Reunín sobre Cambio Cliḿico celebrada en ciones Unidas. Todo este panorama, con una pobla- 
Paŕs se han dicho muchas cosas. Todos tenemos la cín creciente hacia los 10.000 millones de personas. 

esperanza de que no haya sido un simple mercadeo ¿Comeremos petŕleo o necesitaremos suelos para 
de emisiones de gases como se deriv́ del Protocolo poder vivir? Desde que comenź la revolucín indus- 

de Kioto o que se haya limitado a tratar de los com- trial, el contenido en carbono orǵnico de los suelos 
busibles f́siles, una de las muchas facetas que iene se ha reducido a la mitad. Se esima que en el primer 

este complejo problema. Lo que realmente importa es metro, los suelos del planeta almacenan algo ḿs de 

realizar adaptaciones que ayuden a miigar y paliar los tres veces del carbono que hay en la atḿsfera.
efectos del cambio, a reducir las concentraciones en la 
Tenemos un gran aliado contra el cambio cliḿico. 
atḿsfera de los gases con efecto invernadero y tomar Hacer que los suelos recuperen el carbono orǵnico 
medidas serias, nada complicadas: b́sicamente natu- 
perdido, elimińndolo de la atḿsfera. Naciones Uni- 
ralizar nuestro medio como bien indica Ricardo Alme- das (UNEP, 2012) sẽala que el carbono del suelo juega 
nar, con el que no se puede estar ḿs de acuerdo.
un papel vital en la regulacín del clima, el suministro 

En estas circunstancias nos hallamos inmersos en el de agua y la biodiversidad, y es fundamental para pro- 
Ão Internacional de los Suelos (el d́a 5 de diciembre veer de servicios ecoĺgicos esenciales para el bienes- 

es el D́a Mundial del Suelo), promovido por Naciones tar humano, ante el panorama al que nos enfrentamos 
Unidas para que nos demos cuenta de la importancia de un incremento proyectado del 50 % de la demanda 

de los suelos para nuestra vida. Centra el tema en la de alimentos, un 35-50 % de la demanda de agua y un 
necesidad de tener suelos sanos para poder subsisir. 45 % de la de enerǵa.

Las palabras de Joś Graziano da Silva, director general 
La regín mediterŕnea es una zona especialmente 
de la FAO, no pueden ser ḿs claras: «Las ḿliples sensible, en la que es necesario reducir los efectos del 
funciones de los suelos pasan a menudo desaperci- 
cambio cliḿico, combair la deseriicacín y miigar 
bidas. Los suelos no ienen voz y pocas personas ha- los efectos de la seqúa. El Dr. Joś Luis Rubio (2005) 
blan por ellos. Son nuestro aliado silencioso en la pro- 
ya advería que las condiciones cliḿicas semíridas, 
duccín de alimentos». En la Carta Europea del Suelo 
(Consejo de Europa, 1972), ya se sẽalaban aspectos la variabilidad en las precipitaciones, la existencia de 
suelos empobrecidos en materia orǵnica, la suscep- 
muy importantes tales como que «El suelo es uno de 
ibilidad a la erosín y un relieve escarpado y diverso, 
los bienes ḿs apreciados de la humanidad. Permite junto con la deforestacín, son problemas que agra- 
la vida de los vegetales, los animales y las personas en 
van la situacín. Naciones Unidas advierte que el sec- 
la supericie de la Tierra». La Conferencia de FAO de tor relacionado con los usos del suelo y sus cambios 
2015 aprob́ la Carta Mundial de los Suelos, que in- 
representa cerca del 25 % del total global de las emi- 
siste en los aspectos anteriores y airma que «el suelo 
es un recurso limitado, fŕgil y f́cilmente degradable, siones de gases de efecto invernadero a la atḿsfera 
y deben ser reducidos. Hay un enorme potencial para 
por lo que debe ser protegido contra los procesos de 
el secuestro de carbono a pequẽa y gran escala en 
degradacín».relacín con el manejo sostenible de suelos. Uno de 

Somos grandes desconocedores de las funciones que los objeivos previstos para alcanzar la neutralidad en 
realizan los suelos para nosotros. No somos conscien- la emisín de gases debido a la gesín del suelo (Obje- 

tes de que los suelos son el principal elemento depura- ivo 15.3 del Desarrollo Sostenible de ONU), que se ha 

dor de las aguas, que sosienen la vida de los ecosiste- discuido en el Congreso de Paŕs es la rehabilitacín 
mas terrestres, que de ellos proviene ḿs del 95 % de de 12 millones de hect́reas de suelo degradado por 

los alimentos, las ibras, biocombusibles, materiales, ão, que podŕa ayudar a miigar un 25 % las emisiones 
medicamentos, que los suelos albergan ḿs del 25 % actuales para el ão 2030.

de la biodiversidad, y de que desempẽan otras mu- La ṕrdida de la agricultura tradicional, que manteńa 
chas funciones y servicios. Pero frente al cambio cli- 
y conservaba suelos y recursos h́dricos, el impacto 
ḿico, los suelos son el mayor sumidero terrestre de 
carbono. Reienen ḿs del doble que toda la vegeta- de los incendios, la ṕrdida de ferilidad en los suelos 
agŕcolas por la salinizacín y la erosín favorecen el 
cín del planeta junta.
cambio cliḿico enormemente. La Comunidad Va- 
Los suelos han ido degrad́ndose y perdíndose de lenciana es un claro ejemplo de ́rea mediterŕnea en 

forma paralela al incremento de los gases de efecto grave riesgo, si se cumplen las previsiones de los mo- 
invernadero. Muchas regiones del planeta caminan delos coḿnmente aceptados de calentamiento glo- 

hacia la deseriicacín. Es importante saber que cada bal. Apenas un aumento de medio metro en el nivel 

ão se pierden 3,4 toneladas de suelo f́ril por habi- del mar puede ocasionar graves dãos socioecońmi- 
tante en el planeta y que a este ritmo para el ão 2050 cos diíciles de solucionar. Las consecuencias sociales 

reduciremos a la mitad el suelo f́ril seǵn indica Na-son impredecibles. La modiicacín y alteracín de los




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